escritor danés del que seguramente
hayas escuchado la historia de La Sirenita o de Pulgarcita pero, ¿sabes
quién escribió estas apasionantes historias? Pues si no lo sabes, hoy
vamos a aprender un poco sobre Hans Christian Andersen, el escritor
danés que las hizo.
Hans nació en la localidad de Odense, en
Dinamarca, en el año 1805. Andersen desarrolló una sincera pasión por la
lectura gracias a su padre, pero tuvo que concentrarse en estudiar y
mantenerse económicamente después del fallecimiento del mismo, por lo
que realmente no pudo ni intentó escribir historias hasta que se hizo
mayor.
Un día se mudó a otra ciudad danesa persiguiendo su sueño
de convertirse en actor, y allí ingresó en el Teatro Real de Dinamarca,
donde Jonas Collin, el director, le aceptó rápidamente. Sus habilidades
de escritura no eran tan buenas en aquel momento, por lo que pasó por
momentos muy difíciles mientras trataba de mejorar.
Las cosas
cambiaron en el año 1835, cuando ya había empezado a escribir cuentos,
poemas y obras de teatro. Su primera obra en ganar popularidad fue Cuentos de Hadas, una colección de historias de ficción para niños dividida en 3 folletos.
Estos cuentos de hadas incluían muchas historias de las que tú y tus padres seguro que habréis oído hablar: El traje nuevo del emperador o La princesa y el guisante, por ejemplo, todas historias mágicas y a veces con una pizca de humor.
Un momento importantísimo en la vida de Hans fue conocer al gran Charles Dickens, el famoso autor británico de Oliver Twist, Cuento de Navidad o Historia de Dos Ciudades.
Dickens era un escritor muy respetado en ese momento, y Andersen estaba
fascinado con él. Afortunadamente, Dickens llegó a sentir la misma
admiración por él, aunque terminarían alejándose con el tiempo por
problemas familiares.
Aunque Hans era un escritor talentoso y
tenía una imaginación increíble, se cree que no era una persona
demasiado sociable por causas de timidez, por lo que le costaba mantener
las amistades y los contactos en el tiempo.
Nunca se casó ni
tuvo hijos, pero sí que llegaría a cosechar un importante éxito en su
trabajo. A los 70 años (una edad bastante avanzada para la época) Hans
sufrió una aparatosa caída de la cama, de la que le costaría
recuperarse. Finalmente, falleció como consecuencia de una enfermedad
grave en el año 1875.
En su honor, entre otras cosas, se crearía
el Premio Hans Christian Andersen de Literatura, uno de los premios más
importantes del panorama literario.
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